Con la firma del decreto 261/75, el 5 de febrero de 1975, la entonces presidenta María Estela Martínez de Perón, autorizó el “Operativo Independencia” en Tucumán, que desató la brutal represión de las Fuerzas Armadas y de seguridad sobre la provincia y dio comienzo a lo que -un año más tarde- sería la persecución más feroz en la historia moderna de Argentina.
La ocupación militar de la provincia se produjo cuatro días después, el 9 de febrero, con el desembarco de 1.500 soldados y el establecimiento del Comando Táctico, a cargo de de Acdel Vilas, en la comisaría de Famaillá, para “combatir a la guerrilla instalada en el monte”.
El grueso de las fuerzas se instaló a lo largo de la ruta 38, con lo que la población civil quedó prisionera dentro del territorio militarizado. “La Escuelita” de Famaillá, que en ese entonces era una escuela cuya construcción no había sido terminada, fue la sede del primer centro clandestino de detención del país.

Por esas aulas, convertidas en celdas, pasaron alrededor de 3.000 personas que estuvieron secuestradas.
Así se iniciaba el período más oscuro en la historia de la provincia, que resultó en el secuestro y asesinato de miles de obrerxs, estudiantes, docentes, militantes sociales y del ámbito político, familiares que buscaban a sus seres queridos y, en general, a toda aquella persona que alzara su voz contra de la represión que vivía el pueblo argentino.
En octubre de 1975, el presidente provisional Ítalo Argentino Luder dio un paso más allá, al rubricar los decretos 2770/71/72, que permitieron a las Fuerzas Armadas replicar lo hecho en Tucumán a todo el país, con el golpe cívico militar de 1976.

Si te interesa conocer más sobre la historia de La Escuelita de Famaillá, podes ver el recorrido guiado por el ahora Espacio para la Memoria y Promoción de los Derechos Humanos, que cuenta de dos partes, en nuestro canal de YouTube.
Parte 1 www.youtube.com/watch?v=NnF5fo9fl10
Parte 2 www.youtube.com/watch?v=CPF82RrC_8s&t=5s
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