Por Silvia Nassif
Este domingo 22 de agosto se cumplen 55 años de uno de los acontecimientos más nefastos que sufrió Tucumán, cuando el dictador Juan Carlos Onganía dio a conocer el decreto de intervención de ingenios azucareros tucumanos. Ello generó una crisis económica y social casi sin precedentes en nuestra historia, con consecuencias hasta el presente. En menos de dos años, la dictadura cerró 11 de los 27 ingenios azucareros, eliminó casi la mitad de los puestos de trabajos en la agroindustria, empobreció a los pequeños y medianos productores cañeros y obligó a emigrar a más de un cuarto de la población tucumana.

De modo similar a lo que estamos viviendo con la actual crisis de la pandemia, no todos salieron perdiendo. A mediados de los años ’60, con el cierre de ingenios se produjo un proceso de concentración monopólica de la producción azucarera en manos de un puñado de industriales tucumanos -como el ingenio Concepción y La Fronterita, entre otros- junto a los dueños de ingenios de Salta y Jujuy -en especial el grupo Blaquier-.
Sin embargo, las y los trabajadores ofrecieron resistencia a estas políticas y en cada pueblo amenazado por las clausuras de sus principales fuentes de trabajo se produjeron significativas manifestaciones, algunas de ellas finalizaron en puebladas como ocurrió luego del asesinato de Hilda Guerrero de Molina en enero de 1967 cuando el pueblo de Bella Vista se levantó y protagonizó la primera pueblada a la dictadura de Onganía. Por ello, a nivel nacional las luchas del pueblo tucumano significaron una oposición temprana a la dictadura, y abonaron a los posteriores levantamientos populares de mayo del ’69 del Correntinazo, el Rosariazo, y el Cordobazo, entre otros. De este mismo ciclo de protesta fueron parte integrante los Tucumanazos de noviembre de 1970 y junio de 1972, protagonizados por obreros, estudiantes, y docentes, entre otros sectores, en defensa de las fuentes de trabajo y de la gratuidad de la educación pública.

Si no tenemos en cuenta esta historia de lucha del pueblo tucumano nunca lograremos tomar dimensión de la magnitud de lo que implicó el posterior proceso represivo que sufrió la Argentina durante el terrorismo de Estado, en particular nuestra provincia, con el “Operativo Independencia” en febrero de 1975.
El terrorismo de Estado significó para el campo popular el secuestro y la desaparición de una parte significativa de los protagonistas de las luchas mencionadas, y la desarticulación del movimiento obrero y popular con efectos hasta la actualidad. Basta mencionar, a modo de ejemplo, que solo en la actividad azucarera en Tucumán se registran más de 353 víctimas del accionar represivo del Estado argentino de las que 155 están desaparecidas y que casi el 80% del Consejo Directivo de la FOTIA fue víctima del Terrorismo de Estado, además de ser relevados los miembros de sus cargos con la intervención militar de la Federación a partir del mismo día del golpe, el 24 de marzo de 1976. Todo ello trajo como consecuencia la pérdida de derechos que historicamente habían logrado las y los trabajadores.

Este domingo 22 de agosto tiene un cariz especial pues a nivel nacional desde el Congreso de la Nación se instituyó por ley N°27 620 a ese día como de “desagravio al pueblo tucumano por el cierre masivo de ingenios azucareros pergeñado por la dictadura de 1966”. Ello implica un avance en la visibilización de aquellos acontecimientos que ha sufrido el pueblo tucumano. No obstante, en un contexto de crisis a nivel internacional, para iniciar un verdadero proceso de recuperación resultan necesarias políticas económicas que reviertan el daño que ocasionaron aquellas políticas impopulares.
En este camino reivindicamos las experiencias de lucha de nuestro pueblo, sosteniéndonos en nuestra identidad como tucumanas y tucumanos que, aun en los momentos más difíciles, hemos sabido resistir y mantener en alto la esperanza.
Recuerdo perfecto esos días nefastos de mi niñez .con la desazón de mi flia. Mis vecinos .todo el barrio .todo cambio para nosotros. Dejamos de ser felices…eso hicieron.nos robaron las ilusiones
Los empresarios azucareros siguen con la explotacion a sus obreros con el silencio cómplice de los sindicalistas. Los pseudos dirigentes de hoy son los acahuetes de los empresarios, acomodando a sus familiares y dejan a los afiliados abandonados a su suerte. A modo de ejemplo, cuántos ingenios cumplen con la ley de seguridad e higiene industrial???
Muy bueno recordar. El reconocimiento y homenaje a tantas luchas y la represión. Que comenzó con un gobierno elegido por elecciones. Con Perón a la cabeza. Estando el de Presidente de la Nación actuó con protección del estado la siniestra Triple A y fallecido Isabel y los principales dirigentes en el gobierno votaron el Operativo Independencia. Antesala de la última Dictadura. Amigos y militantes de mi partido,yo entre ellos fuimos amenazados. En mi caso el Partido donde pertenecia, El Partido Socialista de los Trabajadores me ayudó a irme de Tucumán. Pero también muchos luchadores de los Tucumanazos y otras luchas sin Partido o de otros con los que compartimos las luchas y las calles y las barricadas fueron asesinados o desaparecidos. La lista sería demasiado larga, pero sentí la muerte de todos ellos. De Ismael Salame del Peronismo Revolucionario y otros de su tendencia. De Jesús Peña que conocía desde la Plata y fue desaparecido también su hermano Isidoro. Jesus Peña militaba en el PRT Combatiente. También de esa corriente a Hugo Duca yo su esposa Kity Duca. A Juan del Gesso. A tres Militantes Revolucionarios fusilados el 22 de agosto en Trelew, Clarisa Leaplace, La Sayo. Compañera de Robi Santucho y el Petiso Ulla compañero y amigo de La Plata en el PRT antes de la división. Y muchos otros y otras compañeras y Compañeros. Junto a los 39 mil los recuerdo cómo los más de 100 Militantes hombres y mujeres del PST
A punto de viajar a Tucuman , y visitar todos esos sitios de Memoria, gracias por ilustrar con aportes históricos, testimonios y datos