Escribí tu nombre en la palma de tu mano y compartí fotos y videos sobre #Identidad en Twitter, Instagram o Facebook.
Por Valeria Totongi
«Un día, cuando sean adultos, ellxs van a empezar a buscarnos, como nosotros los buscamos a ellxs». Palabras más, palabras menos, fue esta predicción lo que guió a las Abuelas de Plaza de Mayo para caminar hacia el futuro. Ese doble camino permitió que llegaran a ser 130 las personas que recuperaron su identidad gracias a la labor de las Abuelas, «una organización no gubernamental creada en 1977 cuyo objetivo es localizar y restituir a sus legítimas familias todos los niños desaparecidos por la última dictadura argentina», según dice en su página web: abuelas.org.ar
Estas abuelas, que nos llenan el corazón de alegría cada vez que anuncian que han podido restituir su verdadera identidad a quien le había sido arrebatada, empezaron a reunirse hace 43 años. En homenaje a ellas, se instituyó, mediante la Ley 26.001, del año 2004, al 22 de octubre como el «Día Nacional del Derecho a la Identidad».
En 1977, la organización se conformó con 12 mujeres, entre ellas María Isabel «Chicha» Chorobik de Mariani y Alicia «Licha» de De la Cuadra, a las que luego se unieron Estela de Carlotto, actual titular de la Institución. Estas mujeres eran madres de desaparecidxs que además de reclamar por la aparición con vida de sus hijxs, buscaban a sus nietxs, a veces secuestrados junto a sus padres y otro nacidos durante el cautiverio de sus madres en centros clandestinos de detención.

Ese trabajo se lleva adelante a través de la organización Abuelas de Plaza de Mayo -que tiene filiales en Córdoba, Capital, Rosario y La Plata- y de la Red por la Identidad, que funciona actualmente en 40 ciudades y está conformada por organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, instituciones y asociaciones civiles, y personas que quieren colaborar en la lucha de Abuelas.
El nodo Tucumán nace «de una enorme demanda de personas que dudaban de su identidad», cuenta Carolina Frangoulis, integrante de HIJOS y representante de la Red por la Identidad en la provincia, junto con Alejandra García Aráoz, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. Ambas trabajan en equipo, para recibir las presentaciones espontáneas de quienes tienen dudas sobre su origen y buscan develar su identidad. Es a ellas a quien se puede llamar, además de al mail de Abuelas de Plaza de Mayo, si tenés dudas sobre tu identidad.
«Es un trabajo silencioso e invisibilizado -dice-. A veces no se llega a obtener la recompensa, que es la restitución de un nieto o nieta, pero igualmente, la persona encuentra un lugar donde hablar de lo que le pasa», y eso en sí mismo ayuda a encontrar un camino.
El primer paso es ponerse en contacto y tener una entrevista con la persona que plantea dudas sobre su identidad. Con ella, se trata de armar un relato, a partir de la partida de nacimiento, de preguntas sobre lxs padres, lxs padrinos, cómo se enteraron de que eran adoptadxs, y cuándo.
«Una vez que tuvimos el primer contacto, llenamos una ficha, que se manda a CONADI (la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad) -enfatiza Carolina-. Si en una primera instancia no se encuentra una conexión con alguna de las muestras de sangre que ya están registradas en el Banco de Datos Genéticos, éstas quedan guardadas, a la espera de que se puedan establecer nuevos cruces si ingresan nuevas muestras».
Todo este acto, es privado, reservado, confidencial. «Hay una absoluta garantía de confidencialidad», insiste Alejandra García Aráoz. La aclaración viene a cuento porque, muchas veces las personas temen que se difunda su nombre o el de sus padres adoptivos, algo que no sucede sin su consentimiento.
Aunque, como sucede con la cifra de personas desaparecidas, la cantidad de niñxs nacidxs en cautiverio durante el terrorismo de Estado (1975-1981) nunca es un número cerrado. Se estima que, en Tucumán, son más de una veintena. «Hemos encontrado, en los relatos de los sobrevivientes, testimonios que dan cuenta de que había más mujeres embarazadas (en los centros clandestinos de detención) que las que la que figuran en la lista de Abuelas», explica Carolina. «Por eso decimos que buscamos a más de 20 adultos, que hoy tendrían entre 39 y 45 años», añade.
Tucumán tiene cuatro nietos recuperados. El último a quien se le restituyó su identidad fue Marcos Ramos, secuestrado junto a su madre, Rosario del Carmen Ramos, en 1976, cuando tenía cinco meses. Sus hermanos nunca dejaron de buscarlo.
Este año, la conmemoración se hace a través de la campaña Manos con identidad. La propuesta de Abuelas consiste en escribir el nombre propio en la palma de la mano y subir a las redes sociales una foto, video, dibujo, canción para conmemorar el Día Nacional por el Derecho a la Identidad. «Los y las invitamos a etiquetarnos y/o mencionarnos para poder potenciar la campaña: en IG y TW @abuelasdifusion y en FB Abuelas de Plaza de Mayo – Sitio oficial», con los hashtags #Identidad #Abuelas43Años #Labusquedasigue.
Pueden grabar el proceso de escritura, sacarse fotos, hacerlo solos o en familia y contar la historia de su nombre, describir alguna cosa que los identifique, alguna característica familiar que sea parte de la tradición familiar.
Si tenés dudas sobre tu identidad, podés comunicarte con Abuelas a dudas@abuelas.org.ar o, para aportar información, a denuncias@abuelas.org.ar.
En Tucumán, las representantes de la Red por la Identidad son: Alejandra García Aráoz (APDH Tucumán) y Carolina Frangoulis, (Comisión Hermanos de H.I.J.O.S). Con ellas, podés comunicarte a los teléfonos (0381) 15 6113585 o (0381) 15 609 8278. O al mail alejgarciaar@gmail.com
Para saber más sobre la historia de Abuelas y su misión, podés leer este material elaborado por el Ministerio de Educación, el canal Encuentro y Abuelas de Plaza de Mayo.
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