43 años atrás, muchas Madres salían a la calle a buscar a sus hijxs, reclamando sus derechos, pidiendo Justicia, enfrentando al aparato represivo más grande de la historia Argentina. Recorrieron hospitales, cárceles, juzgados, comisarías, morgues sin respuestas.
43 años atrás, todas estuvieron de acuerdo con Azucena Villaflor: «Individualmente no vamos a conseguir nada. ¿Por qué no vamos todas a la Plaza de Mayo? Cuando vea que somos muchas, Videla tendrá que recibirnos». Y fueron muchas apropiándose de ese territorio de Plaza de Mayo para la Memoria y contra el Olvido.

«La primera vez fue el sábado 30 de abril de 1977. Eran sólo 14 en la Plaza de Mayo. Como no había casi nadie, decidieron volver el viernes siguiente. Después, una de las madres avisó, como atajándose de los malos augurios: Viernes es día de brujas. A la semana siguiente empezaron a encontrarse los jueves, el día que nunca más abandonarían, para escaparle a las brujas.» (https://www.lavaca.org/notas/la-historia-de-las-madres-de-plaza-de-mayo-erase-una-vez-catorce-mujeres/)
La marcha circular, que transgredía la orden de «circular» que las fuerzas de represión imponían a esas 14 madres, y sus pañuelos blancos no solo permitía reconocer a las Madres de Plaza de Mayo, sino que también se convirtieron en símbolo de lucha para todos los jueves, para todos los tiempos. Además, «en Argentina las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria» (Utopías, Eduardo Galeano).
En Tucumán, un grupo de madres – integrado, inicialmente, por Naty Ortiz, Marina Cruia, Pirucha Campopiano, Irma Holmquist, Nélida Bianchi y Sara Ponce – marchó por primera vez el día de la Madre de 1977. Ese grupo caminó desde la iglesia de Fátima, en Villa 9 de Julio, hasta el Monumento a la Madre, emplazado en el parque 9 de Julio, demandando saber el paradero de sus hijos.
La lucha de algunas mujeres tucumanas contra la represión ilegal comenzó en 1975 cuando sushijos fueron detenidos durante el Operativo Independencia. Es el caso de Natividad Figueroa de Ortiz, una de las pioneras defensoras de los derechos humanos que integró la Asociación Madres de Plaza de Mayo. Su hijo Luis Ortiz estuvo detenido entre 1975 y 1981. En mayo de 1976, ya durante el terrorismo de Estado, desapareció otro de sus hijos, Ramón Ortiz, de 17 años.
Queremos hoy recordarlas y compartir con ustedes recursos y materiales para seguir pensando escenas y voces de luchas y resistencias en estos
tiempos.
En estos días, de quedarse en casa, la Memoria se construye como en las calles «para que la voz no se calle nunca». Por eso, el Espacio Memoria y DDHH (ex Esma) invita a todes a escuchar el podcast homenaje a Madres de Plaza de Mayo, a 43 años de su fundación. Un recorrido auditivo por la historia de las mujeres que desde 1977 sostienen una lucha inquebrantable por la recuperación de la memoria de sus hijos, el derecho a la verdad sobre su destino y la justicia para los responsables de sus secuestros y desapariciones.
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